viernes, 15 de julio de 2011

Soñar es gratis.



Sé que no me quiere; se que está con otra, pero eso no me impide amarle, desearle tanto como si realmente estuviéramos juntos. Tiene una de esas caras con las que te encuetras entre la multitud e inspiran confianza. Solo al verle mi corazón palpita más rápido; y es una sensación de la que espero no deshacerme jamás. Por la noche, pienso en él, creo un mundo paralelo en mi mente del que me gustaría no volver. Sueño que estamos juntos, que me quiere tanto como yo a él, que la sonrisa picarona de su cara no va dirigida a otra más guapa, sino a mi. Nos besamos y sentimos amor. Ese amor puro y cristalino. Cuando me despierto cada mañana no puedo esperar a que vuelva a anochecer para estar junto a él como me gustaría. En el mundo de los sueños es en el único lugar que quiero permanecer. Sin sus besos esto no es más que una burda imitación de lo que llaman vida.

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